Sobre el artículo de Tentaciones y #GiveElsaAGirlfriend, un par de reflexiones de hace algunos años.

Interpretamos el mundo según nuestra realidad más cercana, por lo que podemos pensar que la amistad de Toy Story es más que eso, por ejemplo. (Sin entrar en cuán homófobo es asociar «excéntrico» o «rarito» con “probablemente homosexual», como hace el artículo.) Pero: ¿Es Elsa lesbiana? Solo sabemos que es independiente y no tiene un príncipe azul. Ver lesbianismo aquí es patriarcado: «las mujeres no pueden ser independientes».

Podríamos no inferir homosexualidad de esto, sino desear #GiveElsaAGirlfriend como modelo LGBT-friendly. Pero flaco favor haría Disney a la sociedad con ese modelo: «las mujeres pueden ser heteros o lesbianas (etc.*), pero nunca independientes».
(*La orientación sexual no es necesariamente dicotómica. Escala de Kinsey, 1948.)

En todo caso, aquí hay dos cosas:

Por un lado, una iniciativa bienintencionada se puede interpretar como (o ser implícitamente) una afrenta, en este caso a la mujer. Y esto pasa cada día: para los activistas, muy sensibilizados con temas importantes, estos se acaban magnificando.

Por otro lado, se puede luchar a la vez por un grupo (los homosexuales) mientras se “ataca” (aunque sea sin querer) a otro. Por eso es importante tener en cuenta todos los ejes de desigualdad, lo que llamamos «trabajar interseccionalmente» o con «interseccionalidad».

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